jueves, 29 de abril de 2010

Oceans de bellesa


Títol original: Óceans
Direcció: Jacques Perrin i Jacques Cluzaud
País: França
Any: 2009

El documental sobre la vida animal s’ha prostituït fins el punt d’acabar associant-se, en moltes ocasions, a les molt sovint soporíferes emissions que fa La 2 al migdia. I no es pot negar que, fora de la National Geographic, aquests productes solen tenir una qualitat tècnica força maldestre, amb imatges que renuncien a la bellesa i es conformen amb el pur automatisme, sobre impressionades amb una veu en off del tot redundant i amb un to que fa pensar que ni tant sols al locutor li interessa el que explica. És curiós que un gènere barallat amb el gran públic hagi caigut en el parany del procés industrial.

Jacques Perrin i Jacques Cluzauld han invertit vuit anys per demostrar que això no té perquè ser així. El seu documental Océanos és una mostra espectacular de que el fons marí pot ser tant absorbent com el millor “lirisme fílmic” oriental: és a dir, ritme molt pausat amb plans d’una estètica deliciosa. La influència del documentalista francès per excel·lència, Jacques Cousteau, és ben palesa. Al inici del film una nau s'enlaira i arriba a l’espai, que es transforma en les profunditats marines. Tota una declaració d’intencions: els autors ens anuncien que ens transportaran a un lloc tant desconegut com l’Univers. Pot sonar pretensiós, però el cert és que la mirada és totalment innovadora. La última tecnologia que usen els directors (van crear unes càmeres especialment adaptades) els permet apropar-nos a la fauna submarina d'una manera molt poques vegades vista abans. De fet un altre defecte de molts documentals és l'excessiva distància entre l'observador i l'objecte observat. Si a això se li suma un dels gran encerts, que és reservar la veu en off per moments determinats i substituir-la per la magnífica música de Bruno Coulais, el resultat no és sinó una preciosa perla.

Se li pot criticar certes intencions moralitzants que ens criden a preservar el planeta, i que es potencien en la segona meitat. La visita d'un nen amb un adult a un museu d'espècies extingides dissecades ens vol avisar del camí destructiu que va emprendre l'home ara ja molt de temps. Això l'amparenta amb Una verdad incómoda (Davis Guggenheim, 2006), però aquí desapareix certa olor a electoralisme en favor d'Al Gore, i el reclam ja no es fa sobre teories cinetífiques, sinó que s'apel·la directament a les emocions. Després d'haver apreciat moments de tant exhaltada bellesa, i el nen contempla el mar a través d'un gran aquari, al final del film, llavors queden ofegats tots els discursos negacionsites del canvi climàtic.

'Nadie sabe nada de gatos persas'... ¿realidad o ficción?

Nadie sabe nada de gatos persas es el título a modo de metáfora de la última creación de Bahman Ghobadi. Siguiendo su tónica habitual, el director iraní hace de este una especie de largometraje protesta, atacando las opresiones que ejerce el gobierno de su país sobre cualquiera que intente salirse de esos esquemas tan premeditadamente marcados. Todo ello con la inteligencia y frialdad suficiente como para no dejarse llevar por obiedades, i usando imágenes como único instrumento.

Negar (Negar Shaghahi) i Ashkan (Ashkan Koshanejad) son los protagonistas de esta sobrecogedora historia que lleva el drama como un hecho tan monótono en la vida de los personajes que se convierte en un elemento indispensable en su dia a dia. Dos jóvenes músicos especializados en rock indie, que al igual que cualquier artista con un mínimo de ambición, intentan por todos los medios salir de su país para poder mostrar al resto del mundo sus creaciones. Pero estos, se encuentran con la dificultadad añadida de verse atrapados por las leyes absurdas de un país que, de manera muy poco inteligente, intenta ocultar y después repudiar, conexión alguna entre sus ciudadanos i la cultura occidental.

La música es, sin duda, uno de los elementos más utilizados en la filmografia de Ghobadi. En al menos tres de sus películas como director es el hilo conductor que mueve a los personajes en las diferentes situaciones. Media Luna (2006) es un ejemplo claro de la obsesión de Ghobadi por utilizar el arte sonoro como elemento reivindicativo. Pero en esta última película, galardonada con el premio Un certain regard del Festival de Cannes, va más allá. La utilización de un género musical tan ligado, de forma simbólica, a la rebeldía como es el rock indie hace que, para sus protagonistas, el emblema se convierta en realidad.

Con este filme, el director mezcla realidad y ficción, bordeando el documental con recursos formales propios de éste, con dudoso éxito Además, en un momento determinado de la película se pierde en lo que parece ser una sucesión de videoclips baratos, al querer incorporar actuaciones de numerosos artistas iranis centrados en género típicos de occidente como son el metal, el hip hop, el rock o el pop. Sin olvidarnos, claro, de ese extremadamente forzado y mal resuelto final que pretende justificar tanto dramatismo. Lo que sí hace muy bien es el guiño inicial, en el que sale él mismo grabando un disco y hablando de su búsqueda de los protagonistas de una futura película sobre música clandestina iraní. Momento que recuerda a aquella mítica conversación entre Uma Thurman y Travolta en Pulp Fiction, en la que el maestro Tarantino intenta presagiar ese gran éxito llamado Kill Bill.


Título V.O.: Kasi az gorbehaye irani khabar nadareh

Año de producción: 2009

Distribuidora: Alta Films

Género: Drama / Documental

Clasificación: No recomendada a menores de 7 años

Estreno: 16 abril de 2010

Director: Bahman Ghobadi

Guión: Bahman Ghobadi, Hossein Mortezaeiyan, Roxana Saberi

Música: Mahdyar Aghajani, Ash Koosha

Fotografía: Turaj Mansuri

Intérpretes: Negar Sharghaghi (Negar), Ashkan Koshanejad (Ashkan), Hamed Behdad (Nader), Hichkas (Hichkas)

Alicia no maravilla ni en 3D

El retorno de Alicia al país de las maravillas es decepcionante. Aunque la forma del film es aceptable (decorados, vestuario y maquillaje merecen ser premiados), carece de fondo. La adaptación cinematográfica de la historia de Lewis Carroll que ha hecho soñar a decenas de generaciones, es un fracaso insulso. Las espectativas que generaba una versión de la mano de Tim Burton, no han llegado a cuajar.

El guión empieza con buen pié, Mia Wasikowskase en el papel de una Alicia adolescente y soñadora que se ve obligada a casarse con un pedante adinerado. Al caer en el mundo de las maravillas empieza una historia de superación personal paralela a la vida real de Alicia, donde deberá afrontar sus miedos y luchar por sus ideales. La historia va perdiendo fuerza a medida que avanza y culmina de manera previsiblemente hollywoodiense. Al final pesa más la exigencia del público por el espectáculo y, a través de unos efectos especiales pobres, la guionista Linda Woolverton (La Bella y la Bestia y El rey león) decide destrozar la historia de Lewis Carroll con una espectacular y aburrida batalla provocada por la envidia de la Reina Roja (Helena Bonham Carter), quién sin duda hace la mejor interpretación del film.

La trama se tiñe tímidamente de humor gracias a los hermanos gemelos y el conejo loco, criaturas entrañables que aportan alegría al mundo oscuro al que viaja Alicia. Johnny Depp, el Sombrerero loco, repite bajo las directrices de Burton e interpreta un papel cansino que recuerda a Willy Wonka en Charlie y la fábrica de chocolate, film del mismo director. Depp, que acostumbra a bordar cada papel que se le propone, deja mucho que desear. Así pues, la mayoría de protagonistas, incluida Anne Hathaway (la Reina Blanca), pierden el esplendor al que nos tienen acostumbrados y ofrecen una interpretación plana.

Técnicamente, el film plasma muy bien la personalidad del director y su capacidad de crear mundos nuevos des de perspectivas diferentes, hecho que ha mantenido a lo largo se sus éxitos, como Eduardo manos tijeras o Edd Wood. El ambiente es oscuro y recargado, casi asfixiante, al más puro estilo Burton. La naturaleza y los paisajes son siniestros y cuentan con referencias a precedentes fílmicos del director. Ejemplo de ello es el árbol por el que cae Alicia, que coincide con el de la película Sleepy Hollow.

La adaptación al 3D es paupérrima pues el rodaje fue concebido en 2D, pero el furor actual hacia este tipo de cine ha provocado una versión en tres dimensiones casi obligada. Esta es otra muestra más de la esencia mercantilista de la mayoría del cine actual, donde se está dispuesto a todo a cambio de una buena recaudación en las taquillas, hecho que devalúa el valor del mensaje y lo transforma todo en plástico. En Alicia en el país de las maravillas se ha caído en el error común de pensar que el envoltorio lo es todo, hecho que ha perjudicado mucho la figura de Tim Burton.

Título: Alicia en el País de las Maravillas
Título original: Alice in Wonderland
Dirección:
Tim Burton
País: Estados Unidos
Año: 2010
Fecha de estreno: 16/04/2010
Duración: 150 min.
Género: Aventuras, Fantástico
Calificación: No recomendada para menores de 7 años

Guión: Linda Woolverton
Distribuidora: Walt Disney Pictures

El cinema espanyol es mor en la lletjor




Títol: Que se mueran los feos
Director: Nacho G. Velilla
Gènere: Comèdia
Durada: 110 minuts
Data d'estrena a Espanya: 23 d'abril
Intèrprets: Javier Cámara, Carmen Machi, Julíán López, Hugo Silva i Ingrid Rubio.


Després de Fuera de Carta (2008), el director Nacho Velilla s’ha tornat a rellançar en el cinema espanyol amb Que se mueran los feos (2010), una comèdia que ha heretat el títol de l’exitosa cançó poprock de Los Sirex, dels anys 60. Amb Javier Cámara i Carmen Machi com a protagonistes principals, Velilla es retroba amb uns actors amb qui ja havia compartit plató amb les sèries televisives 7 vidas o Aída. Es tracta d’una comèdia romàntica premiada al Festival de Màlaga i que trenca els habituals estereotips entre dos guapos que acaben junts.

En aquest cas, i com es pot deduir pel títol de la pel·lícula, els protagonistes són dos cunyats poc agraciats d’una quarantena d’anys que valoren, forçosament, la bellesa interior per davant de l’exterior. Per una part, Eliseu és lleig, amargat, coix i du ulleres amb un vidre d'alta graduació. Per l’altra, Nati tampoc és la bellesa en persona, té un pit extirpat, és més alegre i està casada amb el germà d’Eliseu. Són personatges perdedors, que fan riure i emocionar en unes accions ambientades en el poble.

Cámara i Machi, que no és la primera vegada que es mouen en aquest gènere, ofereixen una brillant interpretació que pateix un guió poc original. Es tracta d’una comèdia romàntica previsible amb gags poc elaborats i on el frikisme flota en l’argument, en uns actors que aparenten un cert retrocés i baix nivell cultural. A més, comparteixen escenaris amb figures clàssiques com l'anomenat ximple del poble, el cura modern o un hippy de la tercera edat. L’acudit fàcil i el sexe gratuït –en alguna ocasió– intenten captar l’atenció d’un espectador que somriurà més que riurà descaradament.

Si el cinema espanyol està en crisi, Que se mueran los feos no ajuda a valoritzar-lo ja que va dirigit a una classe mitja que ja s'imagina el que es trobarà. La popular “espanyolada” torna a fer efecte en aquesta comèdia que té històries secundàries mal acabades amb la sensació d'omplir el film. Segurament aquest pel·lícula gaudirà d’un bon taquillatge per riure’s de les desgràcies dels altres i veure que no estem tan malament físicament, però el cinema espanyol, si gaudeix d’un pressupost de 4 milions i mig d’euros, com en aquest cas, hauria d’apostar per un gènere més arriscat i potent per fugir d'aquest prejudici.

miércoles, 28 de abril de 2010

MÉS ENLLÀ DE L'AVORRIMENT


Títol: Más allá del tiempo
Director: Bruce Joel Rubin,
Actors principals: Eric Bana i Rachel McAdams
Duració: 107'
Gènere:Drama romàntic


Basada en el best-seller La mujer del viajero en el tiempo (The Time Traveler’s Wife, que també es el títol original de la pel·lícula) d'Audrey Niffenegger, el film Más allá del tiempo és la història de Henry, un bibliotecari interpretat per Eric Bana, un home que a causa d'un desordre genètic viatja al passat i al futur despullat i sense el seu consentiment. En un dels seus salts en el temps, Herny coneix Claire (Rachel McAdams), una nena amb la qual té diverses trobades i amb qui s'acabarà casant.

La idea de la película és bona: barrejar el romanticisme amb la ciència-ficció pot ser un bon coctail per atraure el gran públic, però Más allá del tiempo acaba decepcionant als amants dels dos gèneres cinematogràfics. D'una banda hi ha poques escenes romàntiques, i d'altra banda els efectes especials són mínims i molt senzilles, es limiten a les desaparicions. I és que amb precedents com La máquina del tiempo, Regreso al futuro o El efecto mariposa, els viatges fantàstics del filme del director alemany Robert Schwentke són molt pobres.

El plantejament del guió és original, però sorprèn que l'oscaritzat Bruce Joel Rubin, que va escriure Ghost (per cert, semblant a Más allà del tiempo), hagi fet un guió repetitiu, ridícul i tan confús i incoherent en alguns moments, amb una escena d'una desaparició repetida fins a quatre vegades.

L'argument no sorprèn ni deixa amb tensió en cap moment. Quina persona que tingués la capacitat de viatjar al futur no s'apuntaria el número guanyador de la loteria? I qui no tindria curiositat per la seva mort? Doncs això és el que fa el protagonista de la película. Tot el que l'espectador s'imagina acaba passant.

Quant a la interpretació dels dos protagonistes, Eric Bana, actor en altres pel·lícules com Troya o Munich, no farà història amb aquest paper, dóna la sensació que no s'implica en el personatge, per estar patint constantment uns viatges en el temps que estan acabant amb el seu matrimoni és poc expresiu. En canvi, el personatge de Rachel McAdams és el millor de la pel·lícula, es nota que s'hi troba bé, i és que un gran part de la seva carrera cinematogràfica se l'ha passat fent papers molt semblants, com a El diario de Noa o Notebook.

Más allá del tiempo
, una pel·lícula per qui busqui passar una tarda tranquila, amb una història senzilla i amb la que no fa falta pensar gaire.

martes, 27 de abril de 2010

Alguns immigrants però també catalans desconeixen la llegenda de Sant Jordi


Tothom celebra el dia de Sant Jordi, regala roses i passeja per les paradetes de llibres dels carrers més importants, però no tothom sap perquè aquesta festa popular és tan especial pels catalans.
Hi ha molts immigrants que cada any es queden sorpresos en veure tanta gent al carrer celebrant la Diada de Catalunya, com l'Ivis Mejías de 24 anys i hondurenyan que explica que el dependent d'un comerç li ha volgut regalar una rosa però que no l'ha acceptat perquè es pensava que indicava compromís i amor. I és que malgrat que porta cinc anys vivint a Barcelona no sap que no només es regalen roses a la parella, sinó a tota aquelles persones que s'estima o s'està agraït, per això reconeix que l'any que ve acceptarà les roses que li ofereixin i, fins i tot ella regalarà algun llibre.
Però no només són els immigrants que fa pocs anys que han arribat a Catalunya són els que no saben de què va el dia de Sant Jordi. En Ramón Gómez, que va néixer a un poble prop d'Almeria fa 78 anys però residix a Barcelona des que tenia 12 anys, diu que encara que se sent català no sap la llegenda perquè mai va anar a l'escola i els seus pares tampoc li van explicar.

Les altres roses de Sant Jordi


La Montserrat ven roses fetes amb seda que contenen poemes escrits
La llegenda diu que Sant Jordi li va regalar a la princesa una rosa que va néixer de la sang del drac, gest que s'ha acabat convertint en tradició. Però el cert és que a l'actualitat la mena de roses que es venen a la Diada del 23 d'abril és molt variada. A banda de l'extensa gamma de colors, se'n poden trobar de porcellana, celofan, paper pinotxo, seda, fusta, o fins i tot de llaminadura. La majoria es poden trobar a l'inici de la Rambla de Catalunya, entre la Gran Via i Diputació.

Allà és on es troba la Sílvia, una noia de setze anys que estudia a l'IES SEP La Guineueta, i que aquest any s'ha decidit a vendre roses amb una altra amiga fetes amb paper pinotxo, fetes per totes dues, per pagar-se el viatge de final de curs, que assegura que serà als Estats Units. El perfil d'aquest tipus de venedor, però, és la d'una persona que passa de la cinquentena i que ja porta uns quants anys oferint al públic quelcom que s'escapa d'allò més manit. Precisament la majoria coincideixen a destacar que el producte resulta atractiu per la seva originalitat. També perquè té una durada d'ús molt més llarga que les vegetals. I destaquen que una porcentatge important dels compradors són estrangers que estan passant uns dies a Barcelona.

La Montserra, però, és la que presenta el cas més particular de tots. Ven roses fetes amb seda, que embolcalla un pal de fusta, i on són escrits a mà uns poemes, alguns de poetes de renom i d'altres de collita pròpia. Porta pocs anys amb aquest negoci, però aquest ja existeix des de fa molts anys a Premià de Dalt. Una manera d'unir les dues tradicions de Sant Jordi, la rosa i la literatura. Per sentir el seu testimoni:

Els paquistanesos s’apropen a Sant Jordi per feina



Barcelona està inundada durant tot l’any de paquistanesos, majoritàriament, que es dediquen a vendre roses pels locals. Per Sant Jordi tampoc falten a la cita, però mentre uns es dediquen a la venda ambulant, els altres s’estableixen legalment en una parada. Al preu de 3 euros per unitat –hi ha ofertes segons el nombre de la compra- en Waheed, paquistanès de 41 anys, aprofita la diada per treure’s un sobresou en un carrer cèntric situat a prop de Les Rambles. Ara bé, es desconeix si la majoria d’immigrants coneixen l’arrel de la tradició de Sant Jordi, iniciada pel drac, el cavaller i la princesa. O, si més no, si tenen el coneixement que, a Catalunya, l’home regala la rosa a la dona, i la dona un llibre a l’home.
En Waheed, que té la nacionalitat espanyola, du 13 anys al país i des de fa 2 que ha iniciat la venda de roses en la diada. Ara, té els coneixements bàsics del que se celebra cada 23 d’abril tot i que reconeix que la feina l’ha animat a assabentar-se’n: “Fins que no n’he començat a vendre, no ho he sabut. Pensava que era un dia especial, però no entenia el significat”. A més, l’entrada a l’escola del seu fill li ha permès conèixer una tradició que li recorda al Paquistà: “Allà celebrem tres cops l’any (Febrer, Agost i Octubre) un dia semblant al dels enamorats, on regalem flors a la família”, afegia. Per a aquest venedor pakistanès, la crisi “no” l’ha afectat, i, tot i reconèixer tenir competència, qualifica la “sort” com a clau perquè en aquell moment el comprador es dirigeixi a la seva parada.

Per Sant Jordi, més risc de furts però menys mossos

Dos dels pocs Mossos d'Esquadra que patrullaven al centre de Barcelona
per Sant Jordi fent petar la xerrada al Portal de l'Àngel.


Una diada de Sant Jordi al centre de Barcelona és, sens dubte, sinònim d’acumulació de barcelonins i turistes, que omplen Les Rambles i els carrers que les envolten per gaudir de tots els actes que allà s’organitzen. I a la capital catalana, on hi ha gent i, sobretot, turistes, hi ha lladres especialitzats en furts. Segons una dels Mossos d’Esquadra que patrullaven al voltant de la Plaça de Catalunya, “la gent acostuma a estar més feliç els dies de festa, això fa que descuidin les seves pertinences, i els lladres se n'aprofiten. A més, avui els carrers estan de "gom a gom". S’ha d’anar amb compte”. Tot i les circumstàncies els mossos no va fet un desplegament especial. “Per a nosaltres aquest és un dia com qualsevol altre. Hi ha la mateixa policia”, comenta un altre dels mossos que treballaven durant la diada. La Guàrdia Urbana, en canvi, es va encarregar d’omplir la zona de policies, controlant el caos que allà es va crear des de primera hora del matí entre vehicles, vianants, venedors ambulants i periodistes. Un dels guàrdies urbans que feien ronda en parella a Les Rambles assegurava que li “semblava estrany que en tot el que portava de vigilància només s’havien creuat amb un parell o tres de mossos”. Segons l'agent, si hi ha més guàrdies urbans també hi hauria d’haver més mossos. Però, per contra, "trobar-ne un és missió impossible”, va afegir.

Augmenta la venda de roses degut a la lluita de preus per la crisi


Per Sant Jordi, els venedors ambulants que acostumen a omplir Les Rambles de Barcelona, canvien els seus productes habituals (rellotges, bosses, mocadors, cd’s...) per roses. La seva oferta és molt variada i ofereixen tot tipus de flors a un preu molt barat. S’estableixen a qualsevol punt de la ciutat de forma provisional i sense cap tipus de llicència, perjudicant així la resta de venedors que ho fan per la via legal i demanen permís a l’Ajuntament, fet que suposa una despesa entre 20 i 50 euros, depenent de la zona.

El Guillermo, un gitano de 24 anys, ha comprat 1.000 roses a 80 cèntims la unitat i les ven a dos euros, fet que contrasta amb la resta de parades que demanen uns quatre euros per flor. La competència és ferotge i sovint molesta els altres venedors, que es veuen obligats a adaptar els preus. L’Alex és un estudiant de 23 anys i assegura que “no és just que aquest tipus de gent se’ls permeti estar al carrer. La policia hauria de fer alguna cosa. Ja en tenim prou amb el mal temps que fa i les poques ganes de comprar com perquè a sobre vinguin altres venent roses tan barates”.

Mercabarna-Flor ha previst una pujada de les vendes del 10%, fet comprensible degut a la baixada de preus (l’any passat es venien roses a sis euros) ocasionada per la crisi i per l’augment de venedors il·legals, factors que han animat molts ciutadans a comprar dues o tres roses al preu d’una.

martes, 13 de abril de 2010

EL SUPLICI DE LLEGIR JESUCRIST ERA MARICA...I ALTRES CONTES


Si un autor que presenta el seu llibre com "el llibre de WC de Joan Laporta", "està ple de faltes però al menys és barato", "és una merda però tu tampoc tens criteri" o "si els folis tallen, et fots" és que creu que no és un gran llibre. Jesucrist era marica...i altres contes (en versió bilingüe) no és un llibre que expliqui les preferències sexuals del Deu d'alguns, sinó que és un recull de narracions provocadores i fantasioses. Tan fantasioses que a vegades, quan les llegia, pensava que l'autor Jair Domínguez, el mateix del Chikichiki, no anava del tot sobri quan es va asseure a escriure-les.
Amb lletra ben gran i poc més de 100 pàgines, el primer llibre que publica Jair Domínguez (guionista de ràdio, cinema i televisió) es llegeix en mitja tarda. Està clar que l'autor (no es pot considerar ni escriptor) no volia entrar a formar part de la història de la literatura, més aviat només volia ser crear polèmica amb el títol i segurament ho ha fet, ja que Jesucrist era marica...i altres contes no es troba en la majoria de llibreries ni biblioteques.
La portada juntament amb les reaccions que genera (riure en un extrem o rebuig en l'altre) és el millor del llibre, ja que tots els contes són avorrits, sense sentit i no aporten res. Acabar-se el llibre és tot un suplici. I és que a mesura que vas passant les pàgines tens la sensació que els contes es van superant quan a finals més penosos i poc nivell literari. Llegir Jesucrist era marica...i altres contes ha sigut una pèrdua de temps.
Totes les narracions mantenen la mateixa estructura: l'autor explica algun fet del qual fa veure que va ser testimoni o fins i tot protagonista, és indiferent si va ser el segle XII o el XXI, ell sempre estava allà per explicar la seva versió i desmentir el que tothom creu. Per exemple, que la senyera catalana no la va fer Guifré el Pilós, sinó el metge que pretenia curar-li la ferida i que va eixugar la sang del Comte en un drap, llavors Guifré va cridar "bandarra" i la gent va entendre "bandera", així va néixer la nostra senyera. I aquest és un dels contes més originals...
A més a més de ser avorrits, com ja he dit, molts contes contenen frases de mal gust o de gràcia dubtosa, com són dos fragments que diuen: "Per què tothom ha de mostrar respecte i condol per l'Holocaust? Allò va passar un collò d'anys. Mal anem si no podem riure'ns dels nazis" o "Vaig tornar a la presó de maricons, però com que ara ja em coneixien, en dos dies vaig fer-me l'amo de la presó. És molt més fàcil ser líder d'una colla de subnormals". Trobo que són una falta de respecta i les faltes de respecta no fan gràcia, menys en aquests temes. Per tant, li dono la raó a Jair Domínguez, és un llibre de WC.

L'altre inclinació de Jesucrist




Com desmuntar la Història que hem après durant tota la vida amb contes polèmics que hi donen un gir de 180º. Aquest podria ser un dels anunciats per definir el nou llibre del guionista Jair Domínguez, Jesucrist era marica i altres contes (2009), que l'ha donat a la llum "amb la idea de demostrar que seguim vivint a l'Edat Mitjana". Si bé el títol de per sí ja és polèmic, el que trobem a dins manté un to irònic que a més d'algun catòlic se li haurà remogut l'estómac. No és que carregui contra l'Església, ja que s'ambienta en mítics músics, animals, monuments, festivitats... Alhora, el Jesucrist karateka o el Mozart futbolista són alguns dels binomis dels que relaciona l'autor.

Hi ha referències que no tenen desperdició, com la d'un Sant Llorenç que, a punt de ser cremat, demana que li donin la volta perquè té fred de peus, o la menció a un suposat El Bulli on no hi tornarà perquè li van cobrar un entrepà de fuet i un cacaolat com un menú degustació. A més, les mencions a pobles catalans donen un joc sobre el lloc del desenvolupament d'aquestes històries fantàstiques que ensenyen la cara més surrealista dels fets.
El llibre del guionista empordanès conté la peculiaritat de tenir el peu de pàgina parell a la part dreta, un excessiu nombre elevat de la lletra i un interlineat de 2. Més que llegir entre línies s'hi podria buidar la Bíblia. Alhora, i perquè sigui un document de més volum, està traduït al castellà en el mateix interior.

Possiblement no serà un best-seller, l'autor busca un públic amant del fastbook en uns contes que servirien per introduir-t'hi quan disposes de curts períodes de temps, com un desplaçament en transport públic o mentre estàs assegut a la tassa el vàter. La sensació que dóna Jair Domínguez és la d'aquell escriptor que va amb llibreta i bolígraf en mà durant tot el dia apuntant tot el que se li passa pel cap com a recurs per a les seves històries, sovint mancades d'un final que queda a l'aire. Se centra en un públic amb tendències progressistes, amants de l'humor i que no s'escandalitzi ni es posi mans al cap quan l'autor, sovint amb una ment retorçada, insulti o s'inventi un personatge anomenat Follagallines que fa honor al seu nom. Anima a riure's de tot, sense avergonyir-se dels acudits del nazisme, per exemple, i a no creu en els miracles: "Quan sembla que no hi ha cap esperança, és que no hi ha esperança", (pàg. 91).


Jesucrist era marica i Jair Domínguez un fill de puta

L’autor de Jesucrist era marica i altres contes (Ciencia y Espiritu) adverteix al lector: “La meva obra és un nou concepte de llibre: el fastbook. Està destinat a ser llegit en dos viatges al vàter”. I això és, res més. Es tracta d’un absurd recull de contes curts, de dues o tres pàgines, sense cap tipus de coherència, ni de forma ni de contingut i escrit amb una lletra ben grossa per a la comoditat del lector. Tot és pura anarquia, com la vida personal del propi autor, està ple de faltes ortogràfiques i el llenguatge és agosarat, amb un excés d’insults dirigits als seus personatges reals i inventats.
Resulta preocupant l’obsessió de Jair Domínguez pel nazisme, el filldeputisme i el mongolisme. I és que al llibre regnen històries protagonitzades per nazis i qualifica gratuïtament a tothom de fill de puta o mongol. És comprensible i respectable que l’autor vulgui ser una icona del inconformisme i un rupturista total però tampoc cal un abús constant de qualificatius desagradables que poden ferir diverses sensibilitats (mongols i fills de puta n’hi ha molts). I és que per a ell, tot aquell que no compleix les seves expectatives es converteix en un fill de mala mare. I com que precisament és això el que fa l’autor, defraudar i fracassar en les expectatives que genera, seguiré el seu argot i diré que és un fill de puta. Només cal endinsar-se entre les pàgines del llibre per comprovar-ho.

Al conte ‘Jesucrist era marica’, que dona nom a l’obra, Jair Domínguez es narra a sí mateix dins d’una presó, indret on decideix “escriure un llibre polèmic amb un títol brillant perquè una munió d’adolescents sense rumb s’identifiquin amb el seu protagonista i facin cua per comprar-me el llibre, demanar-me dedicatòries i , fins i tot, llepar-me la cigala”. Provocador. És evident que aquest fill de puta ha generat la polèmica que pretenia, doncs aquest recull de contes ha estat prohibit a la majoria de llibreries i ha provocat que molts curiosos el comprin. Resulta decebedor formar part d’aquest col•?ectiu de curiosos i adonar-se de l’estafa que suposa gastar diners (uns 12 euros) i contribuir a la causa de l 'autor. És sabut que generalitzar és un error, i cal reconèixer que hi ha alguns petits contes que et fan dibuixar un somriure, tot i que aquesta és l’excepció.
La història d’‘Humor nazi’, cataloga a Einstein com a impostor i resulta graciosa, igual que ‘L’odi empordanès no caduca’, una llegenda enginyosa i divertida. ‘Que Déu beneeixi a Doraemon’ i ‘La fi del món’ són elucubracions dignes d’un bon gag televisiu. Però la majoria de contes no tenen cap valor narratiu i són palles mentals que omplen pàgines i pàgines amb insults despectius i historietes inventades. Per exemple, assegura que la gravetat de la veu de Bob Dylan es deu a que,quan era petit va empassar-se un gat que el propi autor li va llençar. Potser això resulta graciós per algun lector però, quin valor tenen aquestes històries buides? Què aporta de nou al lector? Res de res.
Jair Domínguez és un gran guionista, qualitat que ha deixat palesa a programes com Buenafuente, Polònia o Crackòvia, però el que pot resultar atractiu en pantalla, es converteix en runes en format escrit. Confondre la tasca de guionista amb la d’escriptor resulta perillós. L’èxit que li va donar la cançó del ‘Chikichiki’, que va representar a Espanya a Eurovisió fa dos anys li ha donat ales a Jair Domínguez per sentir-se algú poderós, fins al punt d’autodenominar-se el guionista brillant. L’autor, que peca de narcisisme i egolatria, es fa protagonista de la majoria d’històries i imposa les seves pròpies normes. Bombardeja la gramàtica, la ortografia i qualsevol estructura lògica i resulta difícil encertar si el final de la història tindrà res a veure amb el seu començament, tot i que la majoria de desenllaços són fàcils d’intuir ja que la majoria d’ells acaben amb morts sobtades.

Si es llegeix d’una tirada, el llibre avorreix i resulta feixuc, per això és millor seguir el consell d’en Jair Domínguez i reservar-lo per anar al bany o per estones d’espera al tren. Si es tria aquesta darrera opció, cal anar amb compte amb la portada. La gent es sorprèn quan capta el títol i adopta una cara estranya, alguns riuen i d’altres et maleeixen amb la mirada.

'Dime quién soy', la crónica política a lo Larsson de Julia Navarro

Un joven periodista, con mucho que decir y poco que contar, es el conejillo de indias encargado de descubrir la historia de una antepasada (su bisabuela) que desapareció un día, hace muchos años, sin dejar rastro y se convirtió, con el tiempo, en una completa desconocida a la vista de sus futuros parientes. Así da comienzo la última novela de la periodista y escritora Julia Navarro (Madrid, 1953) que usando a Guillermo (ese periodista decepcionado con la profesión) a modo de pluma va explicando, como si de una crónica se tratase, la extremadamente imaginativa historia de Amelia Garayoa (una joven burguesa que se enamora del comunismo y da bandazos por el mundo en busca de la fantasía de autorrealizarse, decepcionada por su “yo” del pasado y agena al devastador futuro que le espera). Dime quién soy se convierte en una especie de Quién sabe dónde escrito en casi 1100 páginas.

Esta es la cuarta novela de la madrileña, después de cautivar a unos tres millones y medio de lectores en todo el mundo con obras que dejan constante el gran bagaje histórico y cultural de la autora. Tras narrar vidas combinando Oriente y Occidente y en diversas épocas históricas, Navarro hace, esta vez, un recorrido por los lugares y momentos más significativos del siglo XX (desde los últimos años de la España republicana hasta la Guerra fría, pasando por la Europa gobernada por dictadores, la caída del muro de Berlín y la Segunda Guerra Mundial). Una novela que hace de memoria histórica de un siglo caracterizado por la brutalidad de los totalitarismos, que mucho puede gustar a los fanáticos de la política y a los obsesionados por tiempos pasados, pero que aburre y empalaga a aquellos que se sientan sobrepasados por el exceso de recuerdos y falta de novedad. Un libro recopilatorio de cómo vivió el mundo el siglo pasado de manos de una mujer (Amelia Garayoa) cuya vida dista mucho de la realidad femenina de aquella época.

A pesar de todo, la autora ha cuidado cada detalle, tanto en el contenido como en la forma. Da gusto leer un libro tan bien escrito. Parece que tener una larga carrera como periodista da sus frutos. Pero el asombroso parecido del argumento y el personaje principal con un conocido best seller policíaco sueco da que pensar. Dos periodistas frustrados y enfadados con la profesión, son llamados para investigar la historia de dos mujeres que se marcharon sin dejar rastro causando, así, un vacío en sus respectivas familias. Pero la diferencia está en que el sueco se ve envuelto en una serie de problemáticas que el español vive a través de los relatos de diversos personajes que conoce alrededor del mundo. Un sospechoso parecido, a la española, de ese Los hombres que no amaban a las mujeres que inicia la trilogía Millenium del escritor y periodista sueco Stieg Larsson.

El reflex dels 'cristòfols' és poc nítid
























Fotograma de Ciutadà Kane (Orson Welles, 1941). La identitat d'en Kane, de la mateixa manera que la d'en Gabriel, es va descomposant en diversos miralls, els testimonis d'aquells que l'han conegut.


El mirall ha donat peu a diversos tipus de metàfores en la història de la narrativa. Per Stendhal era allò que el novel·lista havia de passejar pel carrer i que al final desembocava en la novel·la, en una sort d'objectivisme primitiu que acabaria instal·lat en el periodisme. Per Lewis Carroll era la porta que conduïa a un món invers, on tota lògica es trastocava fins quedar de cap per avall. I per Orson Welles era l'objecte que descompon l'home, amb una idea tant propera a la postmodernitat com deutora de la filosofia de Nietzsche: que la identitat no és única, sinó la suma de les visions d'aquells qui han conegut aquella persona. En aquest cas tothom pensa amb la darrera escena de La dama de Shangai (1947), però aquesta imatge ja apareixia a la seva opera prima, Ciutadà Kane (1941): el protagonista passava per davant d'un mirall posat al davant d'un altre espill, de manera que quedava reflectit infinitat de vegades.

A la molt sovint considerada millor pel·lícula de la història un reporter cercava el significat de la paraula "Rosebud" per entendre qui era realment Charles Foster Kane, i per això reconstruïa el relat de la seva vida preguntant als qui el van tractar. El recurs que utilitza Jordi Puntí a la seva novel·la Maletes perdudes és de fet molt similar: quan en Gabriel desapareix, els seus fills, Cristof, Cristophe, Cristopher i Cristòfol, quatre gemans de quatre països i mares diferents, descobreixen el seu parentesc i van a la recerca del seu pare investigant la seva vida, oferint un trencadís de relats que els apropi a l'esquiva figura paterna. La crítica catalana l'ha qualificat com "la millor prosa del moment". I certament la prosa té força, en Puntí domina la tècnica, no n'hi ha dubte, passa que el relat de vegades s'estanca i costa d'avançar, es fa feixuc.

I com és això, si s'ha elogiat les excel·lències tècniques? Doncs el que probablement passi és que Gabriel Delacruz Expósito no és Charles Foster Kane. Un camioner recorrent Europa no es pot comparar amb l'ascens i caiguda d'un magnat de la premsa. Això no treu, però, que el trencaclosques no estigui ben construit, amb una última veu que fa encaixar totes les peces, amb jocs dialèctics ben trobats com el que s'estableix entre Cristof i Cristoffini, que sàpiga reconstruir èpoques i llocs distints amb realisme. I per sobre de tot planeja el que és la seva major virtut i defecte alhora: la seva gran ambició. Com Welles al seu primer film o Joyce amb Ulysses en literatura, Punti decideix canalitzar les tècniques narratives (sense arribar als extrems dels anglosaxons, però) per construir un relat molt complex. La qualitat de Ciutadà Kane i Ulysses avalen les pretensions, però l'intent resulta més aviat fallit.

En una de les converses entre Cristof i Cristoffini a la que abans es feia referència, el segon fa befa del discurs que va a encetar el primer, al que aquest respon que "la madeixa de realitats i somnis que constitueix" la vida d'en Gabriel és impossible de ser explicada amb una sola veu. I aquest instant resumeix les dues maneres com hom pot enfrontar-se al relat. Probablement tingui raó en Cristof al ressaltar aquesta necessitat, però també és cert que això produeix una paradoxa: la madeixa que sosté la història acaba estrenyent la narració.

jueves, 8 de abril de 2010

La demostració felliniana de com mostrar un geni

















































Deia Federico Fellini que ell no volia demostrar, que el que volia era mostrar. Qualsevol exposició que es vulgui enfrontar al gran geni creatiu del director italià ha de fer per força les dues coses: demostrar que és possible condensar una de les carreres més interessants i prolífiques de tot el segle XX mostrant una personalitat tant complexa, i que es va reflectir en una obra rica en simbologia i profundament introspectiva. I val a dir que el Caixafòrum ho aconsegueix i amb escreix.
L'exposició es va desplegant segons les influències que rebia, la relació amb d'altres membres de l'equip, la seva forma de treballar. Una de les grans revelacions de "Fellini: el circ de les il·lusions" és la gran quantitat d'imatges que provenien dels mitjans de comunicació: la icona felliniana per excel·lència, Marcello i Sylvia donant-se un petó a La Fontana di Trevi (que en realitat mai va ser tal) al film La dolce vita, provenia d'una fotografia que va trobar a la premsa. Aquest imaginari es combinava amb el seu món interior, que va mostrar a través de dibuixos que representaven els seus somnis. Diversos d'aquests surten al final de l'exposició i són una manera prou suggerent d'endinsar-s'hi.
L'exposició sap combinar amb encert l'ús de de fotografies, text i material audiovisual, si bé aquest darrer podria haver estat més abundant. Al cap i a la fi és a través de les seves pel·lícules que Fellini va esdevenir fellinià. En aquest sentit la mostra només ho és a mitges, de felliniana: hi regna el caos (temàtic), és cert, però alhora ho fa amb una sobrietat que està a les antípodes del seu món sobrecarregat i barroc.
Al final de l'exposició es mostra l'escena de Marcello i Sylvia a La Fontana di Trevi. Cada trenta segons Anita Ekberg va cridant "Marcello, come here!", una frase que pot servir per resumir tota una obra. I, a base d'anar-se repetint, fins i tot un cop abandonada l'exposició, un se n'adona que, al igual que Marcello, és impossible escapar de la seducció que imposa la bellesa.

Formigues de la construcció

Amb l'exposició "Manos a la obra", la fotoperiodista barcelonina Anna Boyé plasma les vivències del col·lectiu de treballadors que va participar en la construcció de la nova terminal T-Sud de l'aeroport d'El Prat de Llobregat. Els protagonistes de la història són grups de diferents països, com xinesos, romanesos, marroquins, sudamericans o espanyols mateixos que se senten models per un dia amb les instantànes de l'exposició. Es juguen la vida a diari, pràcticament la majoria són obrers, però també hi tenen lloc personal de seguretat, arquitectes i enginyers. Demostren que amb una grua, un martell o un metro, l'art no està exclòs de cap àmbit i és capaç de treure imatges originals a peu de la construcció o a la bastida. A part de les eines necessàries per a la feina, no hi falten els típics pòsters de noies nues a les parets dels vestuaris que alegren la vista a uns treballadors acostumats a compartir les eines amb els homes. Però el gènere femení també hi té cabuda en la mostra, sovint a l'ombra i que està al servei dels treballadors mitjançant cuineres, cambreres, personal de neteja o caps de producció.








La vivències personals dels estrangers, la majoria dels quals coincideixen en què es troben a gust a Catalunya però que els agradaria tornar al país d'origen, transmeten la duresa d'un treball on s'hi deixen la pell. Es despullen davant l'objectiu i el que els fa més feliços és "veure el treball realitzat" en l'obra "més difícil i complexe que han treballat mai", segons la versió d'un grup d'operaris. Del més jove –un electricista de 18 anys–, al més gran –un paleta extremeny de 58–, es troben a gust per mostrar la cara més humana en un magnífic encert de Boyé, caracteritzada per exposar mostres fotògrafiques de la vida quotidiana, com "Viatge a través de l'espiritualitat del món" o "La dona i Déu". Escenficats en una macroconstrucció com la terminal de l'aeroport, els treballadors es veuen minimitzats, tal com diu la mateixa fotoperiodista: "Les obres són tan grans que ells semblen formigues". L'exposició és gratuït i es podrià contemplar des de l'11 de març al Palau Robert.





Tàpies, 'El mitjó' y compañía


La muestra, una vez más, de que el arte se puede encontrar en los lugares más insospechados no podría hacerla otro que no fuese Antoni Tàpies. Un calcetín de algo más de dos metros de altura, hecho todo de hierro y expuesto en la terraza de la Fundació, es la imagen de la reapertura del museo que lleva el nombre del artista catalán. Els llocs de l’art es una exposición que recoge a modo de prólogo, en el subterràneo del lugar, una colección de obras que, colocadas de forma heterogénea y, al parecer, completamente al azar, ofrecen, a través de los ojos de otras culturas, épocas y paises, una manera de ver el arte muy parecida a la de Tàpies. Colección que, más adelante, el propio artista, en un video que se proyecta en una de las salas, explica cómo envuelven el hábitat natural en el que se mueve día a día (su casa).


Tras esa particular sección, sin sentido aparente, acompañada de un pequeño homenaje al cineasta George Méliès (con la proyección de una selección de algunos de sus filmes), llegan dos grandes salas repletas de las obras que el artista barcelonés ha ido creando y acomulando en los últimos 20 años. Aún así, el recorrido se inicia con una clasificación de cuadros hechos entre 1945 y 1947 en los que destaca una imprecisa técnica con tinta china sobre papel y un autoretrato de un joven Tàpies. A partir de ahí, mediante una sala abierta con vistas a la calle, a la biblioteca de la fundación y a la planta inferior, nos adentramos en una colección de obras que causan mayor y menor impacto. Creaciones de gran tamaño, de temáticas diversas, al igual que los materiales de que están compuestas: la figura abastracta de un hombre desnudo defecando sobre un retrete de mimbre, números y formas de difícil comprensión, un jersey sobre fondo negro, etc. La segunda parte parece estar colocada de forma estratégica para marear al personal (si se pretende ver la exposición en el orden establecido por la guía se tiene que pasar por ahí dos veces antes del momento indicado para ello). 12 cuadros y 2 esculturas adornan la sala más grande del museo ofreciendo abstracción, relieve, contraposiciones y sorpresa a través de ideas, situaciones y objetos cotidianos. Es decir, Antoni Tàpies en estado puro (sin complejos ni vergüenza de hacer de la simpleza algo majestuoso).


La única visita guiada se hace en un intento frustrado de sala, en la parte exterior del museo, la terraza. Un pequeño lugar de madera, rodeado de arbustos verdes y con vistas a ‘Núvol i cadira’, obra que preside el edificio. En la pequeña improvisada sala exterior se encuentra ‘El mitjó’, la obra más significativa de esta nueva etapa del artista, que tan grande parece en la prensa y tanto decepciona en persona. El calcetín blanco de dos metros, relleno de hierro negro, adornado de cruces o “Ts” (símbolo representativo de toda la obra del artista). En la visita te muestran la obra, a la que te llevan en un ascensor custodiado por un guarda de seguridad y una guía que poco se explaia en la explicación, durante cinco minutos. La persona indicada por la fundación da un discurso reivindicativo sobre el rechazo del MNAC hacia el calcetín, que debía presidir la sala principal del Museu Nacional d’Art de Catalunya. Algo que parece haberles afectado ya que aseguran que el tamaño de “El mitjó” definitivo no ofrece el impacto que en un momento se pretendía.






IMÁGENES DE LA EXPOSICIÓN:

Vitrina con elementos de diferentes épocas situada
en la primera parte de la exposición.

Visitantes viendo los filmes de Georges Méliès.

Algunas obras de la última parte de la exposición.

Visitantes observando las obras de la segunda parte de la exposición.

La planta superior de la segunda parte con obras de Tàpies.

Una de las obras más controvertidas.

Maqueta de 'Núvol i cadira'.